Entrevista con Kerala Dust
Kerala Dust es un cuarteto originario del Reino Unido cuyo sonido ha sido influenciado por el techno y la vida nocturna de Londres. Desde sus inicios han dejado en claro una fascinación de trascolar sonidos hechos por computadora con líneas de bajo y guitarras melódicas.
La banda formada por Edmund Kenny (voz, bajo), Lawrence Howarth (guitarra), Pascal Karier (batería) y Timothy Gardner (teclado) lanzó su último material de estudio ‘Violet Drive’ en febrero de 2023 y han estado en una extensa gira, incluyendo una participación en el Festival Vaivén del 2023, que fue cancelada a último momento debido a fallas técnicas y en este año volvieron al mismo festival para saldar aquella deuda dando un presentación única que valió la pena esperar.
Con motivo a sus shows en solitario en la Ciudad de México, Guadalajara y Querétaro, tuvimos la oportunidad de platicar con Edmund Kenny sobre la creación de su más reciente álbum, de las dificultades de ser una banda que está en constantes giras y lo que podemos esperar de su paso por nuestro país.
Hola, ¿cómo estas?
EK: Estoy muy bien. Es un gusto poder conocerte.
Me alegra saber que estas bien. Quisiera empezar hablando sobre tu último álbum ‘Violet Drive’. Leí un poco que era acerca de estar atrapado entre el pasado y el futuro ¿De dónde vino esta idea?
EK: Personalmente me encontraba entre el pasado y el futuro. Era el final de la pandemia y me preguntaba donde estaba yo y quien era, me rodeaban muchas preguntas existenciales. Por otro lado, estaba viviendo el final de una relación y el inicio de otra. Hubo mucha introspección mía, y esto se traspaso en la música. También hay un poco sobre encontrar felicidad en la incertidumbre y en no saber quien eres, fue una parte esencial en el álbum.
Ahora que lo mencionas, en las letras puedes identificar este tema del amor y desamor. No es un tema central, pero sale a relucir en un par de canciones.
EK: Yo diría que el amor fue un enfoque secundario.
Exacto. No el principal, pero existe en el. Hablando de enfoques y el álbum, lo grabaron en dos semanas. ¿Tener un tiempo límite ayudó de alguna manera a este material?
EK: Hicimos dos semanas en Suiza, en los Alpes, y nos la pasamos increíble. Después hubo un poco más de trabajo y retoques finales en Berlín. Pero tener una fecha de entrega es muy importante. Queríamos ir en tour después, así que eso metió un poco de presión. Nosotros, los músicos, podemos pasar años trabajando en un álbum y creando, descartando y editando, se convierte en un proyecto que no parece terminar. Sin embargo, es importante capturar la esencia. Ahora recuerdo algo que se quedó conmigo: “un álbum es como un diario del tiempo en el que lo estabas creando”, interviene el sonido, nuestros instintos en la producción, nuestras influencias y las letras que lo acompañan. Después solo queda lanzarlo al mundo y tocarlo en vivo. Ha sido una alegría estar en tour y nos encontramos grabando el siguiente álbum.
Lo que mencionabas sobre tener un tiempo límite me parece importante, siempre te puedes perder en el proceso de perfeccionar algo y llegar a dudar de ti mismo por no dejar que sea libre.
EK: La otra es que tengo TDAH y tengo momentos de hiperconcentración y cuando ya no estoy hiperconcentrado, me distraigo fácilmente y pierdo interés. Es bueno tener estos momentos de concentración, hasta que me pierdo en el momento y duermo tres horas durante un mes completo.
Por otro lado, han descrito ‘Violet Drive’ como un album influenciado por Europa central a comparación de sus materiales anteriores. ¿Experimentan homesickness ahora que radican en Berlín y Zúrich?
EK: De hecho, suelo ir seguido porque mi papá aún vive en el Reino Unido. Pero la verdad es que Londres es un lugar muy difícil para vivir comparado a otros lugares, como Berlín o Zúrich. No extraño vivir para nada en Londres, a pesar de que existe una idealización romántica a la ciudad, la realidad de un músico que vive en Londres no es para nada parecida. En un lugar como Berlín puedes vivir mucho mejor y puedes disfrutar la vida muchísimo más.
Es gracioso que menciones que vivir en Berlín es mucho mejor, ya que para muchos es una ciudad intimidante.
EK: Diría que es difícil visitar Berlín, pero vivir en Berlín es sencillo si lo comparas a Londres. Paso tiempo en Zúrich y también es un lugar sencillo para vivir. Aunque pasamos la mayoría de nuestro tiempo en tour.
Ahora que mencionas estar en tour. Han estado en un tour bastante extenso y solo han regresado a casa para descansar por un par de semanas o para grabar música, ¿qué hacen para recargar energía y tomar tiempo para ustedes?
EK: Creo que cada uno tiempo estrategias diferentes. Pero si estamos en tour, salimos un poco y vamos a nadar. Yo en lo personal medito. Debes de buscar estrategias para mantenerte saludable y también para divertirte, si hay un fiesta es obvio que quieres enfiestar. Hay momentos en el que tu cuerpo te pide parar un poco y se lo debes de conceder. Si no estamos en tour, como somos personas creativas, queremos crear música en el estudio. Algunas veces debes de dejar ser un hámster que está en su rueda e irte de vacaciones a la playa por una semana o leer un libro. Para mí, después de cuatro días, me harto y quiero ir a escribir otra canción. Todos tenemos esta necesidad de crear música, es como si fuera nuestro propósito y por eso nos mantenemos saludables para seguir.
Ser apasionado sobre tu trabajo es lo más importante y en esta industria que puede llegar a ser brutal para algunos en su salud.
EK: Por supuesto, es brutal. Creo que te puede atrapar por motivos equivocados, ya sea por dinero o premios y no te lleva a un buen lugar creativo. Para nosotros, es mantener nuestras mismas intenciones que cuando empezamos hacer música y es expresarnos sin miedos.
El año pasado iban a tocar en el Vaivén pero tuvieron un problema técnico y ahora este año regresaron y pudieron tocar. ¿Valió la pena la espera?, ¿el público superó sus expectativas?
EK: Lo sucedido el año pasado fue el peor día de toda nuestra carrera musical, nuestro equipo de sonido fallo tras ser conectado y no había una solución al instante que nos permitiera dar el show. Decirle al público que no podíamos tocar me produjo pesadillas por dos semanas y ahora tomamos medidas preventivas para que no nos vuelva a pasar. Regresar a tocar a Vaivén me puso nervioso, no dejaba de pensar en si nos podría pasar de nuevo un incidente técnico. De nueva cuenta tuve estas pesadillas dos semanas antes, salimos al escenario y todo estaba funcionando. El público estaba muy entregado, no solo iban a seguir con la fiesta sino que también estaban atentos a la música.
Estamos cerca a su presentación en solitario en Foro Puebla, aquí en CDMX. ¿Qué puede esperar el público capitalino de su headline show a comparación de presentar en un festival?
EK: Un show en solitario nos permite entregarnos más a un narrativa y al concepto del álbum. Para estos conciertos traemos con nosotros a nuestro ingeniero de luces, Diego del Festival MUTEK, y estamos muy emocionados por eso. Tocaremos un par de canciones nuevas en las que hemos estado trabajando y no hemos tocado nunca, será un tipo de premiere mundial, así que estamos muy felices por eso. Ha pasado mucho tiempo desde que tocamos en la Ciudad de México, Guadalajara y Querétaro, estoy emocionado por los shows en solitario.
Para terminar, ¿hay algo que te gustaría decirle a nuestros lectores en Vibras?
EK: Vengan a vernos tocar para una noche llena de rock and roll y techno.