Entrevista con Girl Ultra
Vulnerabilidad, música de club y la semiótica del blush
Girl Ultra se transforma en un caleidoscopio de belleza y brillo en ‘blush’, su más reciente EP. Este material se convierte en un nuevo paradigma, en horizontes conocidos solo para sí, como una conversación interna sobre la belleza, el amor y la identidad. En este trabajo, la cantautora busca abrir puertas inesperadas para su sonido, fusionando géneros como el garage con el club, dejando así una búsqueda incansable para los oídos.
En un mar de experiencias y experimentación, a las orillas de un nuevo sello discográfico y el boom de su carrera en los escenarios, Girl Ultra se expande, como una supernova en potencia. Para adentrarnos en este material, su sentir en este punto de su carrera y la semiótica de la belleza, nos sentamos a conversar con la artista: esto fue lo que nos contó.
Muchas gracias por el tiempo para hablar de tu nuevo EP y de un gran lanzamiento que viene acompañado de muchas cosas muy interesantes. Me gustaría comenzar con cómo fue para ti reunir o encontrar ese punto de conexión entre el garage, este garage noventero, esta conexión nostálgica con el house. ¿Cómo fue que creativamente dijiste: “esto puede funcionar en conjunto”?
MM: Qué buena pregunta. Creo que me di mucho la tarea de investigar en cómo el garage, el club y el rock se infiltraron sobre todo en la música pop de los 90s y los 2000s y está en más lados de lo que te imaginas. O sea, no sé, por ejemplo, con Placebo, hay un buen de secuencias y hay drum machines, pero también hay layers de batería, y hay guitarras con overdrive, ¿sabes? Como que estaba ahí ese diseño sonoro en el mainstream, el ‘Ray of Light’ de Madonna, o sea, las producciones de Mirwais literalmente son esos guitarras con overdrive y son como reverseadas pero con señales muy calientes, el ‘Play’ de Moby… Cada que encontraba un disco era como: “Me voy a robar esto de aquí”, “¿Cómo hicieron esta guitarra?”, “¿Cómo grabaron esto?” Me divertí mucho coleccionando esta información y después tenía tanta que ya no sabía qué hacer con ella, así que hice otro álbum.
Es que además cuando empiezas a pensarla ya como más conscientemente, las canciones que marcaron esa transición entre los 90s y los 2000s tienen una presencia bastante importante. Y eso me lleva a hablar un poco de estas influencias, ¿cómo llevaste tu propio proyecto hacia un lado diferente? Yo recuerdo los primeros EP y era como ‘ok, tenemos un R&B y de repente trap, las colaboraciones con Jesse Baez, y ahora tenemos un dance music y house con esta combinación hasta cierto punto experimental. ¿Cómo manejaste tu propio proyecto para llevarlo hacia allá? Vi que mencionaste en algunas de tus influencias a The Chemical Brothers, a el mismo Thom Yorke. ¿Cómo fue para ti?
MM: Yo siempre he sido muy fan de la vanguardia y para mí limitarme es morirme. Al R&B le tengo un cariño especial porque es un género tan digerible que me permitió aprender de música dentro del universo musical, yo no estudié en música, yo no fui a la escuela, tuve que aprender. Esa fue mi universidad, yo me armé mis horarios y mis profesores eran mis amigos, ¿Sabes? Permitirme aprender dentro de, por ejemplo, ‘Nuevos Aires’ o ‘Adiós’ o incluso antes, fue sobre la marcha. Pero para mí el R&B permite la experimentación a otros géneros, hay muchos alternos, ¿no? Y nada, fue muy natural, realmente, porque yo no crecí escuchando R&B, o sea, en México no se escuchaba R&B realmente. Crecí escuchando pop en español y rock en español, a mi papá le encanta, todo lo demás vino después. Fue como entender mis verdaderas influencias, como de mi núcleo familiar y lo que realmente escuchaba cuando estaba chica, pero llegar hasta cierto nivel de conocimiento para poder utilizarlas inteligentemente. Desde ‘El Sur’ y finales del proceso de ‘Nuevos Aires’, fue como: “A ver, creo que me gustan las cosas sucias, creo que me gusta como las texturas y esto”, empezar a encontrar cómo realizar estas cosas y cómo llevarlo ahí, qué instrumentos tenía que tener, qué proceso… Entonces ha sido un proceso de muchos años y también quitar un poco esta etiqueta del R&B que es muy reducida.
Yo creo que se nota, o sea, si uno como fan lleva rato siguiéndote sí puedes notar como poco a poco fuiste creciendo con las mismas canciones, con la fórmula que compones, hacia dónde se van las letras. Incluso recuerdo que los primeros discos eran más de desamor y ahora son más divertidas como “guapa”. Entonces también me lleva a preguntar si las colaboraciones que has tenido durante tu carrera te han ayudado a crecer, ahora que dices que tus amigos también son tus maestros.
MM: Ah, claro. O sea, yo soy una persona que crece de observar, de conversar y afortunadamente me han tocado amigos, amigas que son maestros naturales y que me han enseñado muchísimas cosas. Para mí las colaboraciones son algo muy valioso porque o empiezan en una amistad o terminan en una amistad. Terminas aprendiendo hasta de la vida mientras estás haciendo una canción con alguien, ¿no? Por ejemplo, poder aprender de la pluma de Santiago Casillas, que es un compositor que yo admiro muchísimo, el Sant de Little Jesus. Compartir consejos con Julieta Venegas o con Ximena Sariñana sobre tourear, ¿sabes? Está muy chido saber que hay una conversación abierta para aprender y que ellas están dispuestas a eso.
Aparte de este aprendizaje, también te permite entrar en conversación con otros artistas, se enriquece mucho. Hablando en específico de este EP, me gustaron mucho los títulos como “5to elemento” y “bruce wilisss”, me hizo pensar en que de alguna manera este disco es una especie de retro futurismo porque estás acudiendo al pasado, pero al mismo tiempo nos enfocamos en el futuro, los sonidos de la música del club necesariamente hablan del futuro, ¿fue un poco propósito? ¿Te interesaba poner en conexión tú presente, tu pasado, pero también lo que te gustaría hacer?
MM: Total, lo pusiste en palabras perfectas. Me gustan estos elementos fantásticos, distópicos como de esta película. Creo que este álbum está muy intricado de muchos elementos, es una licuadora de cosas, pero a la vez todo tiene un orden. Para mí el hacer esta alegoría como al futuro, al anime, hay como ciertas cositas japonesas y motivos japoneses escondidos. Probablemente es mi material más cinemático y necesitaba ese apoyo visual, para mí recurrir a esto, por ejemplo, esta peli [El Quinto Elemento] que también es de mis favoritas, me encanta este sentido de velocidad, necesitaba un elemento visual que fuera como: “¿Qué le da esta velocidad, de correr?” Estás transicionando de “5to elemento”, que es una canción triste, como una alegoría a lo que se va y como un duelo, pero es como un himno porque está gritado, es como se fue, "it's gone" y se transiciona ese mismo riff de guitarra, que es un riff de midwest emo, a una canción club, que es mucho más rápida, que dura dos minutos, es justo esta escena donde se escapa el Lilo con Bruce Willis. Me gusta esto, venir como de lo interno, lo crudo y lo duro a subirte al coche y que te pegue el aire en la cara.
También tiene que ver como que este álbum tiene unos rasgos de buscar una identidad, está muy dentro de cómo son las canciones y muestra que el proceso no es lineal, no es plano, sino que tiene estos cambios de velocidad, cambios de ritmo… Eso me parece interesante, seguir remontando a todo lo que has hecho sin dejar de innovar en el futuro. Uno de los temas que más me encantó este disco y, que tal vez es un long shot, que me estoy aventurando mucho, pero es como si estuvieras redescubriendo tu feminidad a través de las canciones. Sobre todo, cuando escuchas “blush” y “rímel”, un proceso que luego terminas con “guapa”. Esto para mí también puede significar algo diferente, pero yo quiero saber que significó para ti.
MM: Justo el núcleo de este álbum fue mi relación con la belleza, de la manera más superficial y de la manera más introspectiva que se puede, y cómo esto repercute en mis relaciones, en mi sexualidad, en mi persona, en mi persona artística y encontré muchos universos dentro de eso, cómo se interrelacionan con el maquillaje, con las emociones humanas y lo más crudo. Para mí como el ponerte rímel puede significar más que solo ponerte rímel, a veces es como una acción de empoderamiento, de que voy a salir, voy a ver a alguien, quiero que vea mi mirada, quiero llamar la atención y cambia, por ejemplo, cuando se te escurre el rímel, significa algo diferente. Creo que fue más bien una belleza deconstruida que he entendido a través de los años y en este álbum lo entendí más desde mi punto de vista más de mujer, de mujer entera y de aceptación también. Por ejemplo, la portada, que es estas mejillas tan exageradas que eso medio anime, como ese motivo japonés, y lo quería exagerar y que este fuera como la imagen central de todo el álbum, el sentimiento. Me parece que el blush es el único maquillaje que puede generar el cuerpo humano naturalmente y siempre es por un estímulo externo, entonces en todo este pasaje de canciones siempre son cosas, personas, momentos o ideas que generan todo lo demás, todo lo que sucede en mi cuerpo, cosas en mi cara que vienen de otro lugar.
Son como reacciones, son como esta interacción, justo sí vi esta referencia al anime porque se dibuja muy claramente hasta el tamaño con las diferentes emociones que tienes y cambia el tono de rojo y cómo lo subes, como qué quieres significar. Hay hasta una semiótica detrás, que encontré mucho en tu disco. Me lleva también a pensar en lo mucho que has crecido, ver tu desarrollo y verte en escenarios como Coachella, tu Tiny Desk, la primera sesión de COLORS o KEXP. ¿Qué significó para ti la internacionalización de tu proyecto?
MM: Yo a veces le quiero llamar accidentes felices, pero no son tan accidentes, es mucho trabajo detrás son muchos años. Yo sí soy de pensar que la incertidumbre de las cosas trae repercusiones muy positivas. No sé, para mí un accidente fue cantar en español y cantar con Cuco, por ejemplo, y eso abrió totalmente otro mercado de una comunidad mexicoamericana que me acoge de una manera muy cabrona en Estados Unidos. Yo jamás planeé y dije: “Ay, me voy a ir a Estados Unidos a ver qué pasa”. Son como cadenitas de decisiones que terminan en cosas positivas y chidas. Para mí el cantar en español y estar pisando tantos lugares del mundo me parece algo que hace 15 años jamás me hubiera imaginado. Me encanta llevar la palabra en español, como elevar el estándar de calidad de mi música y que sea apreciado, para mí eso es todo, para mí no es: “Ay el Grammy…” Para mí es poder vivir de lo que hago y poder ser una nómada en el mundo.
Yo recuerdo cuando anunciaste tu primer Roxy, sí, fue así como de ‘ok, pues mira, es una persona que incorpora canciones como “Morena Mía”, que está tan involucrada en la cultura popular en español, y llevarla a un público completamente diferente en tu propia versión. Después con tus propias composiciones esas experiencias también se amplían y se marcan conforme las vas moviendo alrededor del mundo. Incluso homenajeas muy bien aquí a la Ciudad de México con ‘El Sur’, por ejemplo, de alguna manera también has creado una comunidad muy interesante a través de tu música. Me gustaría saber qué es lo que esperas, hacia dónde quieres ir con Girl Ultra, seguir haciendo esta persona con metamorfosis, pero que sigue con este núcleo muy tuyo o hacia donde te quieres acercar.
MM: Me siento cómoda dándome esa apertura de cambio tanto en mi persona y como artista. Para mí sea llevar en su mayor expresión a Girl Ultra es algo muy circunstancial, o sea me encantaría trabajar con artistas que tengo en mente y, si no pasa y termino trabajando con alguien más, para mí es algo muy positivo. En realidad, me gustaría seguir haciendo lo que hago mucho tiempo y viajar y observar y nada más coleccionar, lo que veo y lo que escucho. No sé, yo no soy alguien que proyecta mucho hacia el futuro, la verdad, todo lo contrario. Me gusta practicar esa incertidumbre, me divierte y me pone vulnerable y creo que eso es mi mejor estado para crear, cuando estoy vulnerable.